Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Agricultura
HISTORIA
Las nuevas técnicas y cultivos - 1ª parte
a introducción de los metales supuso un avance sustancial para la agricultura, especialmente en lo referido a las herramientas, pero también en cuanto al almacenamiento, conservación, sistemas de irrigación, etc.
En general se manifestó un perfeccionamiento de las técnicas y labores agrícolas que redundaron en un mayor rendimiento productivo.
Herramientas
Las antiguas herramientas mejoraron en dureza y eficacia y aligeraron considerablemente la rudeza de los trabajos. El bronce, y después el hierro fueron capitales en el desarrollo de la agricultura y, en general, para la construcción de todo tipo de útiles y herramientas: azadas, arados, hachas, etc., y también armas. El arado era una de las herramientas más apreciadas; una reja metálica convenientemente moldeada y tirada por bueyes permitía el volteo de la tierra facilitando su acondicionamiento.
Izquierda: un antiguo apero agrícola del año 6.000 a.C.;
derecha: un hacha de bronce - Museo arqueológico
de Madrid
También se idearon sistemas para realizar más eficazmente determinadas labores, por ejemplo, unos 3.000 años a.C., en Mesopotamia, se adaptó el arado con un dispositivo que permitía sembrar las semillas; en Asia también se descubrieron nuevos sistemas de mecanizar la siembra. Durante mucho tiempo en muchas regiones, las labores de trilla, recolección, empaquetado, etc., siguieron siendo manuales, aunque en las citadas Palestina y Mesopotamia ya se realizaba la trilla con ayuda de animales desde los primeros tiempos del arado de hierro.
Irrigación
Unos 2.000 años a.C. los sistemas de irrigación en regiones como Oriente Próximo, Egipto o China, ya resultaban suficientemente eficaces como para explotar amplias superficies de tierra. Destaca Sumeria (baja Mesopotamia), consistente en una civilización de ciudades-estados. Los sumerios desarrollaron el regadío y la agricultura. Probablemente, el desarrollo de las ciudades estado de Sumeria dependió básicamente de los sistemas que se planificaron para irrigar los campos.
Grabado sumerio de un mapa mostrando canales de regadío
Durante el periodo romano, y especialmente a finales del imperio, se desarrollaron sistemas mecánicos para la irrigación que no dependieran de las incertidumbres climáticas, tales como molinos de viento y agua. Todo ello, unido a las nuevas técnicas agrícolas de fertilización, barbecho y rotación de cultivos, hicieron de la agricultura un sector más productivo y eficaz. A pesar de ello, la agricultura convivió durante mucho tiempo con otras formas mixtas y complementarias, como la caza, pesca y la cría de animales domésticos.